viernes, 18 de noviembre de 2016

Tercer grado. Noviembre



“El sueño del robot”

Roservind era un robot autómata y trabajador en las minas de Yanacocha. A sus 160 años de edad, el aún estaba en servicio efectivo. Nunca descansaba salvo los días en que tenía que recargase de energía o en los mantenimientos de máquinas autómatas.

Este robot servía en un época después de la “Gran Revolución Robótica” (fue de mucho mayor impacto que la Revolución Industrial) y poco después de la R.R.I. (Reforma Robótica Industrial) en las que millones y millones de robots fueron destruidos en todo el planeta por manos humanas. Aunque estas máquinas con inteligencia artificial eran muy avanzadas, nunca significaron un peligro para la humanidad, ya que su inteligencia nunca llegaría a ser comparada con la de un humano. Nunca tendrían la ambición y maldad para matar seres vivos. O tener lo que los humanos tienen en especial… esa cosa llamada, alma. 

Roservind tenía una estructura morfológica de un humano. Cubierto de metal resistente a la corrosión, su rostro no reflejaba emoción alguna. Este servía como multiusos en la industria, ya que en toda un planta industrial solo podría haber como máximo 3 robots según la ley 5 de la R.R.I. Su principal labor era de personal de limpieza, médico, contabilizador e instalador de dinamitas; aparte de otros trabajos más. Diariamente era víctima de humillaciones por parte de los trabajadores. Le escupían, pintaban, meaban en su cuerpo metálico y este no entendía la burla de los que se reían de él.

Un día Roservind estuvo trabajando a 4000 metros bajo tierra con más de 100 mineros. Fue entonces cuando sucedió el siniestro: hubo un derrumbe que cubrió de rocas y tierra a todas las entradas de la minas. Tardarían más de 8 meses en rescatarlos, si estuviesen con vida. Después de 4 meses los trabajadores empezaban a morir uno en uno por hambre y sed. Incluso la ayuda médica del robot no fue suficiente para los desgraciados. Tan solo quedaban unos 10 de los 100 que había. El robot no podía hacer nada y tan solo se dedicaba a observar la agonía de los restantes. Aunque no tenía emociones, podía pensar y recordó los viejos tiempos que tenía un su base de datos de memoria, en que servía a una familia como mayordomo. Familia que lo vendió a un chatarrero, pero él nunca sintió disgusto alguno. Nunca comprendía por qué las personas lloraban, reían… ¡Eran tan impredecibles!. Vio al último minero vivo al borde de la muerte agarrando una cruz y otra una foto de su familia, este lloraba y poco después, murió.

El robot quedo totalmente solo con los cadáveres. Y por primera vez se preguntó qué le hacía diferente a los humanos. Porque ellos van al cielo y los robots no. Los animales no van al cielo —se decía así mismo— ¿Por qué los humanos? ¿Yo podría ir al cielo? De esa manera el robot se formulaba muchas preguntas. En una de esas, recordaba cuando hubo una huelga de trabajadores de la mina. Estos reclamaban sus derechos, tenían metas en la vida. Recordaba los grandes triunfos en la historia de la humanidad; lograron sus metas… sus sueños.

Varios días después las luces dentro de la mina se apagaron y el robot quedó en total oscuridad y se preguntó: ¿Cuál es mi meta en mí existencia? Prendió la luz de su casco y empezó a leer una biblia que tomó de un cadáver.

Pasaron más de nueve meses, y llego el rescate sólo sacaron al robot. Una vez fuera. Todos miraban con odio a éste. Sin motivo alguno un supervisor le dijo al robot:
— ¡Tu… Vuelve a tu trabajo! El robot se quedó parado frente al supervisor, y este quedoó sorprendido porque los todos los robots siempre ejecutan una orden rápidamente… pero este era diferente. — ¡Vuelve a tu trabajo!—le seguía exclamando el supervisor. Pero el robot logro entender la diferencia entre robots y humanos, ¡era el alma!. Según las sagradas escrituras, el alma era única en cada ser humano y la que se iría al cielo o al infierno dejando el cuerpo material. — ¡No escuchas robot estúpido!—, le gritaba;  Roservind se preguntaba: ¿Cómo puedo pensar independientemente sin obedecer las complejas líneas de programación? ¿Cómo haría para obtener un alma? Y sin darse cuenta el robot ya tenía una meta, un sueño. Ahora sólo faltaba darle el punto de inicio a su largo camino,  una palabra: —¡Renuncio!, gritó, y desde ese momento Roservind acababa de nacer. 


ACTIVIDADES:

Para realizar en la libreta:
1.      Realiza la lectura y numera los párrafos.
2.      ¿Qué tipo de texto es? Arguméntalo
3.      ¿Cuál es la idea general del texto?
4.      Explica ¿Por qué los humanos miraban con odio al robot?
5.      Argumenta por qué se llamó “El virus de la humanidad”
6.      .encuentra el significado de las palabras subrayadas.
7.      Explica la frase que se encuentra en negritas y subrayada.
8.      Contesta ampliamente ¿Por qué se dice que Roservind nació ese día?
9.      Ilústrala.

Para escribir en el blog:
1.      ¿Qué tipo de texto es?, ¿Por qué?
2.      Escribe ¿Cuál es la idea principal de la lectura?
3.      ¿Qué hizo cambiar al robot? ¿Por qué?
4.      Contesta ampliamente ¿Roservind tenía alma desde el inicio? ¿Por qué?
5.      Cuál es tu opinión acerca de la lectura

Segundo grado. Noviembre



“El virus de la humanidad”
Mientras recorro paso a paso, el húmedo camino que me llevará al caldo degradador orgánico, y me convertirá a mí, y al resto de los sobrevivientes de mi raza en composta psíquica destilada como alimento para la raza de “Los Dominantes”, no puedo contener una amarga sonrisa por lo que esta sencilla y fúnebre marcha representa para todos -el fin de la raza humana, -hace 70 años eso se hubiera escuchado muy trágico y bastante remoto, en especial cuando éramos la raza dominante sobre la tierra y de las más prolíficas; igual que lo fueron en sus tiempos los pájaros dodo de su isla, como lo eran los tigres, los elefantes y los delfines, o más preocupante aún, como lo fueron las vacas, los perros, y los pollitos, antes de su desaparición de este planeta a causa de nuestro “aprovechamiento de recursos naturales” y “consumo responsable de proteínas”.
Siempre pensábamos en ese entonces- ¿Qué es una especie menos en la tierra cuando quedan otras más que pueden usarse?- o mejor aún, clonarse, a base de sus células madre de las razas originales ya extintas, fabricarlas y comercializarlas en masa.
Con el único inconveniente que eran menos nutritivas que las originales y mucho más aburridas, como la carne de pollo clonada con menos nutrientes que la de los originales, y los perros que si bien aprendían a hacer suertes y piruetas carecían de la lealtad, ternura y fidelidad que sus antepasados genéticos tenían; tal parecía que se podía duplicar la raza pero no la esencia de la misma, y por ser solo para uso práctico eso no importaba realmente. 
Pero ¿Qué más daba? Que más daba cuando la especie dominante en turno pudiera usarla y luego prescindir de ella, tal vez conservar un espécimen original disecado en algún museo para que los niños vieran lo curiosa que esa especie era en su tiempo. Esto era lo normal, hasta que ese destino nos alcanzó a nosotros. 
Igual que otra especie antes de su ocaso, estuvimos en reservas confinados, y siendo estudiados. Sacaron de nosotros cuanto necesitaban, muestras, información, y hasta conocimiento de nuestra tecnología que les ayudó a perfeccionar la máquina que filtra nuestros impulsos mentales y emociones, en destilado de energía y alimento para la nueva raza dominante -ciber-organismos invasores de planetas que absorben la energía de sus habitantes para el alimento y perfeccionamiento de sus mentes y cuerpos- Hasta ahora no se habían topado en sus conquistas con seres tan complejos y exquisitamente sensibles como nosotros. Somos como una droga para ellos y sus cables hipotalámicos, lástima que somos los últimos naturalmente formados sin ser sacados del laboratorio en producción en masa como los que nos seguirán gracias a nuestras muestras. 
Ahora mientras a mi alrededor algunos luchan por no ser lanzados, y otros rompen en llanto antes de ser arrojados al caldo, yo me sumerjo lentamente como si de un lago tibio se tratase, y antes de que el líquido viscoso y ácido cubra mis ojos y oídos, la escena de uno de esos seres superiores luchando con otro por una dosis mayor de nuestro destilado me llena de gozo, de envidia, ira, deseo, desesperación, rencor, y tal vez, de esperanza… Emociones demasiado complejas para sus fríos y lógicos softwares.
Hoy tal vez la raza humana llegue a su fin, pero sólo es una simple inoculación fortuita de un organismo a otro no inmunizado, este es el fin de la raza humana pero el comienzo de la inevitable pandemia como legado para las nuevas razas, y futuras generaciones, nuestra punzante y siempre agridulces esencia: el virus de la humanidad.
http://www.losmejorescuentos.com/cuentos/CF1800.php revisado el día 10/11/16

ACTIVIDADES:

Para realizar en la libreta:
1.      Realiza la lectura y numera los párrafos. Escribe ¿Cuántos párrafos hay?
2.      Explica ¿Qué tipo de texto es? Arguméntalo
3.      ¿Cuál es la idea general del texto?
4.      Escribe y explica ¿cuál es la idea principal de cada párrafo?
5.      Argumenta por qué se llamó “El virus de la humanidad”
6.      .encuentra el significado de las palabras subrayadas.
7.      Explica la frase que se encuentra en negritas y cursiva.
8.      Contesta ampliamente ¿Qué le pasó a la humanidad?, ¿Quién era la raza dominante
9.      Ilústrala.

Para escribir en el blog
1.      ¿Qué tipo de texto es?, ¿Por qué?
2.      Escribe ¿Cuál es la idea principal de la lectura?
3.      Explica qué sucedió en el párrafo 6
4.      Argumenta: ¿Por qué los animales y las plantas al ser clonadas no eran iguales a las originales?
5.      Expón tu opinión de la lectura